La Acrópolis de Atenas, un sueño de viaje hecho realidad
Es una de las maravillas del mundo y está en Grecia. Es además un sueño para muchas personas que en cualquier momento puede hacerse realidad. Nos vamos a descubrir la Acrópolis de Atenas.
La Acrópolis es el símbolo de Atenas que se hace extensible a Grecia y a toda la humanidad. Uno de los lugares más visitados del mundo con sobrados motivos para hacerle una visita a fondo a esta colina sagrada ateniense.
Paseando las maravillosas calles de Atenas, te deslumbrará el poderío de la Acrópolis situado sobre una roca de 80 metros de altura y que es visible desde cualquier punto de la ciudad. Porque este monumento te llama, estés donde estés, reclamando tu atención.
La Acrópolis, el símbolo de Atenas
Los antiguos griegos llevan levantando Acrópolis, que significa "ciudad alta", al menos desde tiempos micénicos. Sin embargo, la más famosa es esta de Atenas que mandó construir Pericles en el siglo V a. C. y que simboliza no solo el poder político que tenía la ciudad en aquel tiempo, sino también el agradecimiento a los dioses.
La diosa Atenea, que también da nombre a la capital griega es sin duda la verdadera protagonista de este conjunto monumental que es Patrimonio de la Humanidad por motivos obvios y por ser a su vez el símbolo de la civilización. No vas a acceder a un monumento cualquiera, estás a punto de entrar a una de las maravillas del mundo.
Qué ver en la Acrópolis de Atenas
El recinto de la Acrópolis es extenso y puedes pasar un día entero paseando entre sus piedras milenarias. Por si acaso la visita completa se te hace larga, anota los lugares imprescindibles.
El Partenón: la auténtica joya de todo lo que vas a ver en la Acrópolis es el Partenón, un templo dedicado a Atenea construido en mármol. A pesar de las grúas y andamios que perturban a los amantes de la fotografía, el lugar sigue dejándote con la boca abierta.
El Erecteion: aunque no se lleva tanta admiración como el Partenón, el Erecteion es el lugar más sagrado de la Acrópolis. En este perfecto templo de estilo jónico es donde puedes observar las famosas Cariatides.
Teatro de Dinoniso: a las faldas de la Acrópolis se sitúa este antiguo teatro que sirvió como ejemplo para todos los teatros construidos posteriormente tanto en Grecia como en el Imperio Romano. Es toda una delicia pasear entre sus ruinas imaginándote las representaciones de tragedia griega que disfrutaban aquí los antiguos atenienses.
Odeón de Herodes Ático: y si quieres disfrutar de un espectáculo en vivo en la actualidad, tal vez tengas suerte en este Odeón de Herodes Ático, que también forma parte del recinto de la Acrópolis.
Museo de la Acrópolis: el pueblo griego está orgulloso del renovado Museo de la Acrópolis. Los motivos los descubrirás dentro de este epicentro del mundo clásico porque es visita obligada.
Consejos para visitar la Acrópolis
No te limites a visitar estos imprescindibles porque el Recinto de la Acrópolis está lleno de joyas que guardarás para siempre en tu memoria. Para disfrutar más la visita se aconseja madrugar y llegar justo cuando abre sus puertas.
La Acrópolis abre al público todos los días de 8:00 a 20:00 horas, excepto los días de eventos señalados como el 1 de enero, el 25 de marzo, el domingo de Pascua, el 1 de mayo y los días 25 y 26 de diciembre.
El precio de la entrada es de 20 euros, pero si entras en su página web seguro que puedes acogerte a la reducción por ser estudiante, pensionista, etc. Además, en Grecia promueven su patrimonio cultural con muchos días de acceso gratuito.
