Islas griegas: Corfú o la isla de Poseidón
Una de las más famosas paradas de Ulises en su Odisea fue en este rincón maravilloso de las islas griegas que antes era el país de los feacios y que hoy es Corfú, bajo el dominio de Poseidón.
Está en las islas Jónicas, los griegos la llaman Kerkyra y nosotros la conocemos como Corfú. Es una de las islas griegas más atractivas, con un toque diferente a las Cícladas, y su capital es Patrimonio de la Humanidad.
Corfú es uno de esos paraísos con los que Grecia nos obsequia continuamente. La isla de Corfú está llena de mitología e historia, pero tiene un presente lleno de ambiente cultural y festivo. Y muchas playas para disfrutar.
El origen de la isla de Corfú
Es impensable viajar a Grecia y no encontrarte con la mitología. En este caso, tu destino forma parte de los dominios de Poseidón. Cuentan que el dios del mar se enamoró de la ninfa Córcira y se la llevó muy lejos para vivir su historia de amor. En esta isla recalaron los amantes y qué mejor regalo que ponerle a una isla el nombre de tu amada.
De ahí el nombre griego de Kerkyra. Pero aún hay más. Porque Poseidón y Córcira tuvieron un hijo al que llamaron Feax, el héroe epónimo de los posteriores feacios. Los mismos que acogieron a Ulises en una de sus últimas paradas en su Odisea particular.
Qué ver en Corfú
La capital de la isla también se llama Corfú y su parte antigua es Patrimonio de la Humanidad. Aquí no viven únicamente de la mitología, también de la Historia y de su particular carácter del presente. Su casco histórico te enamorará y te sorprenderá a partes iguales.
No te pierdas las dos fortalezas en el puerto, la iglesia de San Spiridón, que conserva los restos del patrón de la isla o el Palacio de San Miguel y San Jorge, un espectacular palacio del siglo XIX residencia del gobernador británico que hoy es Museo de Arte Asiático y Pinacoteca Municipal.
Joyas de la esencia de la isla las encuentras en el Museo Arqueológico y si quieres más mitología, a 9 kilómetros al este de la capital está el Achilleion, un magnífico palacio pompeyano que mandó construir la emperatriz Isabel de Austria y que alberga una interesante colección de estatuas con personajes de la mitología griega.
Qué hacer en Corfú
Si quieres turismo cultural, tienes recursos abundantes en la isla de Corfú. No tendrás que buscarlos porque ellos saldrán a tu paso. También tienes la opción de disfrutar de la naturaleza si te acercas al monte Pantocrátoras o te lanzas a la aventura hacia el norte de la isla para visitar los impresionantes olivares.
Pero Kerkyra también es un destino de playa. Sus 220 kilómetros de costa te llevarán por playas abarrotadas de turistas, por playas vírgenes para empaparte en sus aguas verdes esmeralda y por calas escarpadas y solitarias en las que recrearte con el arrullo de Poseidón.
Y si en Grecia se disfrutan sus playas, más se disfruta su gastronomía. La cocina de Corfú es la típica cocina mediterránea, pero se diferencia de la de las islas Cícladas y la Grecia Continental por sus influencias venecianas. El resultado es el mismo, una delicia y una auténtica experiencia para todos los sentidos.