Tinos, descubre la más desconocida de las islas Cícladas
Uno no sabe con qué isla quedarse de las Cícladas, pero estamos buscando un paraíso griego y lo hemos encontrado en Tinos, la más desconocida de las islas Griegas.
Si Grecia es un destino turístico de primer orden, se lo debe en buena parte a la belleza de sus islas. En esta ocasión nos decidimos por Tinos, la más desconocida de las Islas Cícladas.
Entre las islas de Andros y Mikonos se encuentra Tinos, un paraíso tranquilo en medio del Egeo que a veces pasa desapercibido entre la clamorosa fama de otras islas griegas. Precisamente eso es lo que hace de Tinos un destino perfecto para conocer la esencia griega sin el bullicio del turismo masificado.
Qué ver en la isla de Tinos
La capital de la isla te la puedes encontrar bajo el nombre de Tinos o de Chora, como en otras islas griegas. Pero no dudes en descubrir esta isla de parte a parte, en autobús público o alquilando un coche, porque encontrarás algo fascinante en cada rincón. Muy cerca de Tinos, en Kionia está el yacimiento arqueológico del Santuario de Poseidón, que no te puedes perder por sus magníficas vistas.
El pueblo más bonito de la isla es, sin duda, Isternia a 20 kilómetros al norte de la capital. Es un lugar de reverencia a la tradición del mármol en la isla con numerosos talleres y el Museo de los Artistas de Isternia. Por su parte, en el pueblo interior de Volax, te encontrarás con un paisaje de granito espectacular y la tradición cestera de sus habitantes.
No te olvides de las playas, todo un remanso de paz y belleza en esta isla casi desconocida y abandonada por el turismo de masas. No dudes en adentrarte en cada cala en la que tengas oportunidad porque se trata de todo un espectáculo natural.
Los imprescindibles en la isla de Tinos
A esta isla se la considera la Lourdes griega, porque aquí acuden peregrinos de toda Grecia para hacer sus peticiones. Concretamente al santuario de Panagía Evangelistria y preferentemente el día 15 de agosto. Pero que no te extrañe ver en cualquier época del año a algún peregrino subiendo de rodillas en el camino habilitado para ello en busca de un milagro.
En Tinos no te puedes perder los palomares. Están por todas partes desde que los venecianos descubrieran que las palomas tenían una carne de exquisito sabor además de ser muy útiles para el abono de los campos. Te sorprenderán los numerosos palomares por su forma de pequeñas fortalezas decorados con laboriosos motivos geométricos.
Pero si por algo se caracteriza esta isla griega es por el mármol. Esculpir el mármol en Tinos es todo un arte y además ha sido inscrito en la lista de Patrimonio Inmaterial de la UNESCO. Escultores de renombre utilizan la isla como fuente de inspiración y la artesanía en mármol será, sin duda, el mejor recuerdo que puedes traerte de tu viaje a Tinos.
Cómo llegar a Tinos
Aunque muchas islas griegas cuentan con un pequeño aeropuerto, no es el caso de Tinos. Aquí tienes que llegar de la forma más auténtica, por mar, que al fin y al cabo estás disfrutando del mar Egeo.
Hay ferris con salidas diarias desde el puerto del Pireo en una travesía que puede durar poco más de dos horas. También puedes llegar desde el puerto de Rafina y desde otras islas como Andros o Mikonos.
